Mérida (México, 02 y 04.03.2018)

La pianista polaca Anna Miernik abrió el surtidor de su innegable talento por las entranas de una obra tan singular como dificultosa.

Solo un pianista sumamente diestro – y la señorita Miernik sin duda lo es – puede atravesar esa primera cadenza en la que, gracias el pedal, que intensifica los acordes, la mano izquierda conduce, al mismo tiempo, una linea melódica y un sustento rítmico, con la intensidad y la velocidad que producen el efecto sonoro de ambas manos en acción.

Mas impetuosa, después de un lapso sereno, es la segunda cadenza, en la que la mano solitaria cubre el teclado apremios y no abandona una como misión permisiva, nerviosa. El efecto sonoro de recapitulación y síntesis, de los últimos instantes fue logrado con solvencia por pianista y orquesta, para quienes los aplausos llegaron abundantes, sinceros y justiciamos. Como numero extra, la solista ofreció un atisbo de Chopin.

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La maestra Anna Miernik aparece luciendo un vestido de encaje azul rey y con una gran sonrisa da inicio al concierto que es de un solo movimiento, el cual muestra dos temas contrapuestos que varían continuamente, el concierto comienza con un tema sombrado, protagonizado por los contrabajos, violonchelos y contrahago, continuando con una tímida orquesta en planísimo lugubre, movimiento que crece a un inmenso fortísimo de la orquesta. Donde Anna Miernik demuestra la gran destreza de la mano izquierda como lo es el concierto, siendo diestra y un gran dominio del tema. Al final del concierto el publico presente ovacionó a la maestra Miernik haciéndola salir a escena en dos ocaciones y obsequiar encoré de uno de los maestros mas talentosos del piano como lo es el también polaco F. Chopin, de quien interpretó Nocturno Op. 9 no. 2, pieza muy conocida y llena de romanticismo, la cual al terminar el publico nuevamente ovacionó a la pianista.

Opole, Polonia (13.12.2014)

Juventud, pasión y un talento extraordinario

La pianista Anna Miernik apareció en el escenario. A la artista le habían encomendado una tarea aparentemente fácil: interpretar el Concierto para piano de H. M. Górecki. Esta composición minimalista requiere de una técnica adecuada para representar la monumentalidad de la obra y, al mismo tiempo, evitar que el pianista se vea abrumado por los acordes repetitivos. Daba la impresión de que era un hombre fornido quien estaba al piano. La interpretación del solo por parte de Anna fue particularmente interesante. Las oleadas de buena energía fluían desde el escenario y la artista logró contagiar a la orquesta con su entusiasmo. Como resultado, las cuerdas le prestaron un espléndido apoyo a la solista con un sonido verdaderamente majestuoso. En la segunda pieza de música contemporánea, Anna Miernik demostró ser una artista versátil, que se siente a gusto con diferentes estilos musicales. Me complace ver que los artistas jóvenes se enfrentan a estos desafíos y no le temen a la música de vanguardia.

Almatý (Kazakistán, 30.10.2014)

¡Un maravilloso concierto! Estoy encantado de que la música polaca del siglo XX, tan poco conocida en Kazajistán, nos haya sido presentada. El dúo (Patrycja Piekutowska, Anna Miernik) está muy conjuntado y es armonioso, un verdadero equipo. Se ve claramente que los artistas no son solo solistas, sino también destacados músicos de cámara a un nivel genuinamente europeo. La pianista mostró la técnica perfecta que requería la ejecución de la música del siglo XX. Por alguna razón, esta música requiere que el artista intérprete o ejecutante demuestre una inteligencia, racionalidad y preparación técnica excepcionales. Estoy muy complacido por este repertorio. Ha llegado el momento, en esta segunda década del siglo XXI, de conocer la música clásica polaca de la segunda mitad del siglo XX.

Reseñas del CD ´Sonatas´

Las obras maestras del romanticismo occidental – Las dos sonatas para violín más conocidas de Brahms y Franck son a menudo presentadas en conciertos y grabadas en CD por los más destacados violinistas. Patrycja, sin embargo, no le teme a las comparaciones, ya que toca de manera brillante, emocional. Además, se ha asociado con una excelente acompañante, Anna Miernik, una joven pianista que lleva a cabo un papel similar en estas sonatas al establecer el ritmo de la música, manteniendo el ritmo y alcanzando fervorosos clímax.